lunes, 13 de septiembre de 2010

I think I might have inhaled you

domingo, 11 de julio de 2010

Hoy

A un año.
Voy a tu tumba
y?
¿Te imagino?
¿Hola abuelo, tanto tiempo?
Carne pudriéndose espíritu siempre conmigo te recuerdo cuando quiero y no por la fecha me sentís ahí al lado de tu tumba yendo a visitarte o no sentís porque no estás porque polvo al polvo y ashes to ashes no sé qué hago acá para qué se cumple un año un año de qué de que no estás no comés no gruñís no dormís con la abuela no respirás un año de la abuela sin vos un año de la abuela

sola.

Igual pongo flores. Igual las pongo.
Igual lloro un poco. Igual lo hago.
Y me quedo en silencio. Y no quiero que me toquen que me hablen que me miren mirar sin mirar. Quiero estar y no sentir nada. Y estoy. Y me siento no sentir nada.. más. Nada más que el estar. Ahí. A tus pies. O a los pies de esa piedra que no te representa pero que es tu lugar en el no lugar del cementerio.
Y me siento estar ahí, en el no lugar de nieta. Porque ya no soy. Porque ya no sos.

martes, 6 de julio de 2010

Just for tonight, darling.
Let's get lost.

lunes, 28 de junio de 2010

Federico adorado

¡Oh Salvador Dalí de voz aceitunada!
Digo lo que me dicen tu persona y tus cuadros.
No alabo tu imperfecto pincel adolescente,
pero canto la firme dirección de tus flechas.

Canto tu bello esfuerzo de luces catalanas,
tu amor a lo que tiene explicación posible.
Canto tu corazón astronómico y tierno,
de baraja francesa y sin ninguna herida.

Canto el ansia de estatua que persigues sin tregua
el miedo a la emoción que te aguarda en la calle.
Canto la sirenita de la mar que te canta
montada en bicicleta de corales y conchas.

Pero ante todo canto un común pensamiento
que nos une en las horas oscuras y doradas.
No es el Arte la luz que nos ciega los ojos.
Es primero el amor, la amistad o la esgrima.

Oda a Salvador Dalí, Federico García Lorca

domingo, 16 de mayo de 2010

Él puede estar escribiendo sobre mí. Yo sobre él. Puede estar componiendo una canción. Un poema. Una receta. Puede estar haciendo un dibujo de manga, por qué no. Tantos chicos FADU metidos con el animé.
Se fue.
Capaz era..
Volvió. Piensa. ¿Me verá? Gira la birome en sus dedos. Se muerde el labio. Me muerdo el labio. Lee. Escribo. Lo escribo. Decidió que es suficiente por ahora. O que no puede decidir. O que no puede bajar al papel lo que decidió. Guardó su anotador. Se fue, conectado a sus auriculares.
Me gustan esos personajes oscuros. Densos. Que no se les puede sacar la ficha de una vista, de una conversación, de una mateada. Que muestran más de lo que dicen y ocultan más de lo que muestran. Callados, ensimismados, cargados, imantados.
Imantados.

viernes, 14 de mayo de 2010

"El espacio vacío", Peter Brook
"Más allá del espacio vacío", Peter Brook
"La voz y el actor", Cicely Berry
"La preparación del director", Anne Bogart
"El director y la escena", Edward Braun
"Hacia un teatro primero", Peter Brook
"Lecciones de cine", Lauren Tirard

La mejor tarde de compras.
Encontrando dirección.

jueves, 25 de marzo de 2010

Hace un año, en sólo unos segundos. Te ví. Bailé. Te amé.
Y no te hablé.
Esta vez
bailé
miré
grité
miré
reí
miré
pero no te ví.
Me hubiera gustado volver a tener unos segundos. Hacer contacto. Que me putees, me escupas, me odies como deberías haberlo hecho hace... bueno, varios años. Pero hacer contacto.
Prometí no molestarte más. Cumplo. Me molesto sólo a mí misma.
"No estaba destinado a..."
Al destino hay que ayudarlo. Hay que aparecer. Hay que ir. Hay que estar.
Aparecí. Fui. Estuve.
Entonces, supongo, no estaba destinado a.
En el fondo, quién sabe.
De cualquier manera, a esta versión me atengo por ahora.
A seguir. A intentar volver a despegar. Despegar de vos. Aunque me coma y me carcoma.

domingo, 14 de marzo de 2010

Hola Marcela. Te escribo como seguramente tantas mujeres. Hijas, madres, nietas. Esposas, sobrinas, amantes, amigas, empleadas, dueñas, tías, alumnas, maestras, compañeras.
Mi mamá y sus libros. Cuando se me acaban los míos, acudo a la biblioteca del comedor, que en realidad es suya. "Antigua vida mía". Resalta en el estante, lo saco, recuerdo una antigua recomendación. Libro que recorrió quince días de Uruguay conmigo, y que sin embargo empecé a leer de vuelta en el asfalto porteño, entre idas en subte, vueltas en colectivo, minutos robados al sueño.
Te leí. Como leí a tantas mujeres, leí ahora a las tuyas. Amigas. Hijas, madres, nietas. Me retumba en la cabeza como una letanía eterna "Gracias a la vida". En voz de nuestra querida Mercedes. La voz de Violeta no la recuerdo. Tus mujeres sin darme cuenta se hicieron mías. Porque somos todas. Hijas. Madres. Nietas. Hija. Madre. Nieta. El trípode soldado con sangre. Tu coro griego me llegó al corazón. Soy Julieta, hija de Patricia, nieta de Teresa. Un día, espero, otra será mi hija y será nuestra. Y contará, cantará, con nosotras.
Yo también quiero mi último bosque.
Soy joven. Todavía le escatimo minutos a las horas y corro hacia el futuro. Sé que lo voy a encontrar, cuando sea el momento. Cuando sea el tiempo, el lugar, la compañía.
Mientras sigo cantando. Gracias a la vida. Por mis mujeres.

martes, 23 de febrero de 2010

Is love alive?

Is love alive?

Is love


Bum bum bum bum bum bum bum bum


domingo, 14 de febrero de 2010

Retazos de ellos

Te escribo a vos. A vos. A todos mis ellos. Fuiste esto pero fuiste. Fuiste un poco, mucho, apenas mi tangente. Te sentí en mi cuerpo, en mis ojos, en mis pies, como martillo en mi cabeza. Me resecaste los labios, me nutriste las ideas, me dejaste prosas por escribir. Tus ojos pardos, marrones, verdes. Siempre tus ojos. Nunca los míos. Mi reflejo pobre en mi recuerdo. Porque yo soy presente y vos sos nubes. Fuiste todo, un poco, nube. Fantasma en tu barrio, en mi conciencia, en mi garganta. Cada uno fantasma con territorio.
Fuiste esto, fuiste todo, fuiste un poco
pero fuiste.

martes, 5 de enero de 2010


Hoy te soñé como te recordaba.
Como te recordaba cuando te recordaba bien.
Como te recordaba cuando te quería bien.
Cuando te quería-.
Cuando todavía tenías ese brillo en tus ojos de camello, que tanto me llamaron la atención antes de hablarte.
Cuando tu barba tenía el largo que vos elegías y no el que dictaba la dejadez.
Cuando sonreías de verdad, sin dejo de tristeza o lástima (¿de vos? ¿de mí por seguirlo intentando con vos?).
No sé qué sentía. O mejor dicho sí, lo sé, pero no todo puede ponerse en el papel. Corro el riesgo de simplificarme.
El sueño seguía, te ibas un poco de cuadro. Pero en este texto el encuadre está en vos, así que no importan los sucesos posteriores.
Te soñé como te recordaba en mi primera impresión tuya. En la primera impresión que dejaste en mi retina. Ahora tengo otras. Lo increíble es que son tan distintas que puedo identificar personas diferentes. Con apariencias diferentes, aspiraciones diferentes, formas de mirarme diferentes, formas de besarme diferentes.
Luz diferente.
El último recuerdo, la última persona que eras cuando te ví, emitía una luz mortecina, tan insuficiente que necesitabas la mía para no caer. El problema es que me consumías, pero no me alimentabas. Tuve que dejarte, para no apagarme yo también.

domingo, 3 de enero de 2010

Ah, sí, bienvenido 2010. Suena raro. "Enero del... diez". En fin. Acostumbrarse habrá que.

Escuchaste, ¿no? BIENVENIDO. Así que más te vale que vengas bien.

Ensayo. Tema del día: el subte.

En el subte viajamos enfrentados. Dos líneas. Y sin embargo es raro, inusual el contacto visual con alguien, ni siquiera con alguien que se tiene enfrente, que sería el recorrido lógico de la mirada al estar uno sentado frente a otro.
Miro sus manos, sus pies, su maletín, mochila, cartera, su celular. Como mucho, me atrevo a mirar a quien duerme o está lejos o no me mira. Sólo me animo a mirar a alguien cuando varios más lo hacen, lo que significa que es un “permitido mirar”, por ser vendedor, loco o simplemente extraño. Leo el diario o libro del vecino ocupante de asiento, pero no leo sus ojos.
A veces, me aventuro al reflejo en la ventana.

No lloro por vos. Mejor dicho, no lloro por mí. Lloro por vos. Lloro de la impotencia que debés sentir por no poder sentir. Lloro de lo adormilado, de lo anestesiado que debés estar. Lloro las lágrimas que quizás nunca te salgan. Total, a mí me salen fácil y tengo para repartir.

Lloro del amor que no sentís. Lloro por no haber logrado que sientas. Lloro por lo que tendría que pasarme para que reacciones. Lloro por vos ahora porque probablemente se me acabe el llanto y me empiece el amor antes de que te des cuenta de que me dejaste ojos de vidrio.

Leeré

¿Cómo retomarte?
¿Cómo tomarte
otra vez?
¿Cómo volver a poseerte?
Nadar con mis musas
bien terrenales
que se enraízan en mis piernas.
Una enredadera de letras
que se aferra a mi piel
y no me deja mover
hasta hacerla tatuaje en papel.
Cada vez que tatúo el papel
me marco un poco.
Impresiones invisibles
en manos, panza, ojos, rodillas, cuello, labios, planta de los pies.
Lenta, indefectible, incontrolable metamorfosis.
Como Gregorio
me acepto.
Cambio natural.
Destinado a ser.
A seguir aconteciendo.
Dolorosa
sabrosa transformación
cuerpo en impresiones.
Y si llego a dejar
me
tarde o temprano
vuelvo a poseer
me
retomar
me
porque un tigre nunca cambia sus manchas
y yo siempre vuelvo a mi piel.

A x días -. Por si dejo de escribir-.

Julieta Bergunker
A ver. Qué. Qué hago. Qué escribo. Qué quiero. Quiero. Tengo. Deseo. Debo. Tantas palabras. Qué ganas de marearme y que se revuelvan y ya no saber qué es cual ni cuál es cómo.
Releo estas palabras porque ya se me revolvieron un poco.
¿Qué será?
Que sea lo que sea.
Uno conserva lo que no amarra.
Y no le pongo las comillas porque no se me cantan. Este blog es por decreto de su dueña derechos de autor - free.
Uno conserva lo que no amarra.
Y la verdad es que conservo tantas pelotudeces… tendría que amarrarlas, a ver si me las saco de encima de una vez.
Tengo sueño.
Mañana tal vez.
Salga algo digno de un papel inesperado.

martes, 10 de noviembre de 2009

¿Te acordás de los pasos?
Ahora corro.
Cuando pueda desacelerar, bajo. Y escribo.

Buena suerte y hasta luego.

viernes, 7 de agosto de 2009

Abuelo. Estás en una cama de terapia intensiva mientras yo te escribo esto. Desde esta cama sin cables ni olor a hospital.
Hoy me enfrenté con tu despedida. La primera vez que considero una para siempre. He tenido muchas despedidas. Algunas a viva voz. Otras en el más profundo de los silencios. También despedidas casuales, de todos los días, con personas que quizás nunca vuelva a cruzar. Pero jamás tuve tanta conciencia de lo irreversible. ¿Qué se le dice a alguien a quien se le habla por última vez? O que probablemente sea así...
Un minuto. Tuve sólo un minuto con vos. Me mirabas, pacífico. Ya no luchabas. Un cable te entraba por la nariz. Y tantos otros que no veía y que vos no intentabas arrancarte.
Te acaricié el pelo. El mismo gesto, el único que me surge hacer desde que estás así. Así. Me vinieron a la mente todas esas escenas conmovedoras de películas en las que el moribundo dice unas últimas palabras con esa sabiduría que sólo los moribundos tienen. Esas que uno lleva consigo y que aplica como una ley de vida. O sin ir más lejos, me vino a la mente la despedida de la abuela y su madre, en la que le dejó una receta de cocina. Y sí que hizo de la cocina una ley de vida. Hermosa abuela. Y ahora me encontraba yo en esa película. Te miraba. Me mirabas. Te acariciaba el pelo. Pero es que ya me había despedido de vos hacía meses, la última vez que habías estado en una cama de hospital. Me había despedido en silencio. Por algo ese día había ido de negro al hospital. Ahora lo entiendo. Me sentía oscura ese día. Hoy fue un epílogo, abuelo. Fue anunciado. Y lento. Y pesado.
Te dí un beso combatiendo el hedor que te rodeaba, te dije "te quiero mucho" y salí corriendo de la habitación. Eso es todo lo que atiné a hacer. Lloré unos minutos en la escalera. A mamá las lágrimas no le servían de nada. Lloré el epílogo de tu vida, abuelo. Ahora quisiera que podamos cerrar el libro. Descansá, abuelo. Apagáte en paz.

domingo, 19 de julio de 2009

Una foto. Una canción. Transitar esto. No poner la cabeza por delante de los pies. Pisar.
Te hizo acordar. La letra me dijo lo que vos no. Sonreír una madrugada de domingo, no está mal.
Los pies.
Los pies.
Los pies.
Uno, dos, tres.
Subjetiva. Los pies pisan. Panorámica vertical. De a poco se vislum-.
Pero ahora voy a pisar. Buena suerte y hasta luego.

lunes, 25 de mayo de 2009

No me gusta manejaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar

(snif)

domingo, 26 de abril de 2009

Abandonar. Siempre me costó. Abandonar materias que no llego con el tiempo, chicos que no quiero más, malos hábitos, películas y libros por la mitad. No importa si es algo temporal o a más largo plazo. La sensación de vacío es inevitable. Porque al empezar algo, se vislumbra un futuro. Aprobar, ir a pasar el día afuera, que el relato me transmita algo.
Llenarme.
Ahora resulta que ese lugar que yo pensaba que me iba a dar tanta plenitud.. no me llena. Pero claro, hay días que sí. Hay días que me cago de risa. Que la coreo está bárbara. Que el profe de canto tiene toda la razón. Que la Carrera de Comedia Musical en la Fundación Julio Bocca es más que un nombre y muchas mayúsculas. Entonces claro, cuando no es todo blanco o negro... decidir es la mayor mierda. Bueno, no la mayor. Este año me demostró muchas mierdas peores. Pero es mi mierda del momento. ¿Quién no tiene una mierda del momento? Bueno, esta es la de último momento. Estar todos los días decidiendo qué priorizar, qué hacer, qué dejar, qué estudiar, a quién ver. Me gustaría fluir un rato. Poner el automático. Sentir un toque menos. Siento que crezco un centímetro casi todos los días, pero a costo de un mayúsculo dolor de cabeza. Basta. Ser petiza me sienta bien. Puedo usar tacos altos. Y peinados abultados. Quiero que todo caiga mágicamente en su lugar, reírme, respirar, tener tiempo de ir al baño y tomar un mate que me ofrezcan. Bueno, las últimas dos cosas serían al revés, probablemente.

jueves, 9 de abril de 2009

Ahora me doy cuenta. Fuiste mi Edward. Imposible. Perfecto. De piedra.
Me regodeaba en cada centímetro de tu piel, en cada músculo. Me aferraba a tu torso desnudo como una obstinada garrapata. No me veía en tus ojos; me derretía. Mi boca insaciable buscaba la tuya con la desesperación de quien niega lo perdido. O lo nunca tenido.
Cada despedida era con pánico de que te disolvieras en el éter. Cada vez que te volvía a ver no lo creía, pero me contenía de correr hacia vos, antes de que desaparecieras.
Te metiste en mis sueños. Otra vez. Después de tanto tiempo. ¿Por qué ahora? Me propusiste casamiento. Como Edward. Tu voz era más suave de lo que recordaba. No sé si acepté. Creo que acepté ir más despacio. Un poco de sensatez. Aunque claro, más sensato hubiera sido acordarme de tu “nunca voy a tener novia, ni enamorarme, ni casarme, ni tener hijos”. Pero bueno, era un sueño. Y aparentemente decidí tener memoria selectiva.
De repente estaba W. No, de repente no. Estuvo todo el tiempo. Solo que yo estaba demasiado anonadada con vos para notarlo. Me esperaba. Me encontré dando explicaciones a uno y otro pero ni yo estaba segura de lo que pasaba. De lo que quería.
Cada vez lo veía más lejos, mientras tus ojos pardos se imponían. La sensación de tristeza y pérdida aumentaban. Y es que él se alejaba. Pero vos ibas a desaparecer.

jueves, 2 de abril de 2009


I need the darkness
the sweetness
the sadness
the weakness
ooh I need this.
I need a lullabye
a kiss goodnight
angel, sweet love of my life
ooh I need this
Well, is it dark enough?
Can you see me?
Do you want me?
Can you reach me?
Or I'm leaving...
You better shut your mouth
and hold your breath
you kiss me now
you catch your death
oh I mean this...
"My skin", Natalie Merchant

domingo, 29 de marzo de 2009

Miráme, papá. Acá estoy. Sí. Soy esto. Miráme. Miráme a mí. No a la idea que tenés de lo que quisieras que fuera, proyectando sobre mi cuerpo como si fuera tu libro de colorear. Sí, ya sé, exagero. Pero eso es lo que pasa cuando se dicen las cosas en caliente, y así estoy. En caliente. Por eso te escribo a puertas cerradas en vez de gritarte en la cocina. Soy esto, papá. Vos le sumás permanentemente un “debo”, “podría”. A veces pareciera que siempre me faltara un millón para el peso. Un millón, tres millones, medio centavo. Media hora más de gimnasio. El historial de noticias relacionadas con la que de hecho sí conozco. Cinco kilos menos. Dos materias más por cuatrimestre. Menos chicos y más novio. No buscar; conseguir. No fantasear; trabajar. No perder el tiempo respirando; producir. Te amo por siempre querer que dé más y por pensar que puedo hacerlo, por nunca conformarte. Pero también te odio por eso.
Miráme, papá. Estoy. Soy. Am. Me gustan los programas culturales de Encuentro y Canal A, pero me desvivo por las series de Warner Channel y Sony. Me reprocho mi falta de información sobre el mundo, pero casi nunca leo más que los titulares y copetes. No siempre la facultad está primero. Que deba no significa que sea lo mejor para mi. Ni que quiera. Ni que lo haga. Que vos no aflojes nunca no implica que yo viva tensando cuerdas. Sí, papá. Yo aflojo. Yo a veces me estanco. Y voy para atrás. Y no siempre compenso, resuelvo, remiendo. Estoy un poco rota, ¿sabés? Claro que no. Me empujo más que nadie, no tenés idea de lo que es mi cabeza. Pero vos querés resultados. ¡No siempre hay resultados, papá! A veces hay autorreproches, cabezas contra la pared. Pero puertas adentro. Total siempre estás afuera. Sólo conocés el resultado de mis días. Y aunque estuvieras, a veces el proceso es silencioso.
Padre. Excelente, impecable alumno. Estudiaba, trabajaba, era atento esposo y padre y salvaba al mundo antes de cenar.
Bueno padre, yo soy hija. Estudiante promedio. Duda si rendir un final en la primera fecha de una docena que posee. Debedebedebe. Quizás ahora necesita OTRA cosa. ¿No se te ocurrió? Pero cómo se te va a ocurrir. Para vos no existe dejar para más adelante. No existen segundas fechas.
Mujer intensa y peculiar. Sale con dos chicos y aún busca el amor en cada esquina. Tira los papeles a la basura y los chicles al piso. Se avergüenza de su ignorancia pero no siempre hace algo al respecto. Conoce de memoria las reacciones paternas, pero por ilusa sigue probando a la espera de una sorpresa.

sábado, 28 de marzo de 2009

Bella

Respiro. Agitada. Respiraciones agitadas entrecortadas. Respiro ojos de almendra y un vacío negro incalculable, insondable. Inspiro me enamoro. Exhalo tiemblo. Tan cerca. Tan cerca. No te muevas. ¿Cómo no hacerlo? Sus ojos. Sus labios. Mi respiración. Él frío me besa con pasión. Me muerdo los labios me muevo me muerdo. Quiero respirar ahogarme morirme. Con vos con vos con vos. Precipitarme. Precipicio. Sí. Lo deseo. Te deseo. Te amo. Matáme. Vivamos.

miércoles, 25 de marzo de 2009

En sólo unos segundos.

Te veo desenfocado.
La imagen más preciosa tuya.
Por linda.
Por preciada.
Comiéndote una manzana
de perfil
encorvado
en cuero.
Hoy
te vi…
En tu elemento.
Me di cuenta de que en cinco meses y medio
nunca te había visto en tu elemento.
Prometiste llevarme a un ensayo.
Pero nunca.
¿No se dio?
¿No quise?
¿No me interesó(aste) lo suficiente?
¿¿Por qué no pude amarte??


Hoy te vi.
Distinto.
Tres años distinto.
Uno (¿o más?) novias distinto.
Meses de gimnasio distinto.
Un (seguro muchos) cortes de pelo distinto.
Y quién sabe cuántas cosas más distinto.
Yo no.
Perdí el derecho a saberlo.
Sin embargo
(probablemente sin que vos supieras)
hoy conecté.
Vos tocabas.
Yo al ritmo de tu tambor.
Creo que por una vez te amé.


Martín Senderowicz.
Después de darte a leer esto, de poco sirve el anonimato.
Acá lo tenés. Acá me tenés.

viernes, 13 de marzo de 2009

Flor de Lis


Yavi

Quisiera siempre tener una montaña.

Conexión


Iruya

jueves, 26 de febrero de 2009

La Falda
Mi papá hacía el fuego.
Yo... le robé un carbón.

San Antonio de los Cobres

Piel blanca piel no.
Golpeada, acaricia. Con los dedos, con la mirada.
Ema.
Un nombre.
San Antonio de los Cobres.
Un no lugar.
Viven protegiéndose de un sol inclemente.
Para ellos, maldito sol.
Sol que quema más. No pueden desnudarse en medio de una plaza.
Llevan el sol en el pelo grueso y oscuro, en los ojos gruesos y oscuros, en la piel gruesa y oscura.
Gruesos y oscuros.
- Hola.
- ¿Compra?
- No, gracias.
Desconexión otra vez.
Desconexión terrenal. Arena, sol, tierra.
Tanta tierra.
Grano a grano.
Algunos
brillan.
Que brillen. ¡Que brillen!
Como la campana. Todos la sostienen, amagan, sacan foto. Y luego nada.
Que suene. ¡Que suene!
Sonados.
Soleados.
Des soleados.
Pedacitos en.
Ruinas de.
Qué ganas de llorar en los huesos.

Un día. Maimará.


martes, 27 de enero de 2009

Volví en fuga.

martes, 11 de noviembre de 2008

Hilos

Hola.
Si.

Soy
¿yo?
Con el soy alcanza para saber qué sigue, pero por alguna razón hay que decir
YO

No estoy segura de cuál es el problema. Si es que estoy siendo muy yo o me están tirando mucho de las cuerdas.
Sea de las cuerdas o de mi, me escapé un rato. Caí acá.
Con tildes. Escapé caí acá.
Una serie de tumbos o pisadas o sellos.

Soy muerta en vida.
Soy tierra y cuerpo.
No corresponde a un esclavo ser fiel a su ciudad y a sus muertos.

Tumbos.
Pisadas.
Sellos.

Colorblind.

La venda en los ojos en el tobillo.
Venda cuerda piolín rojo.
Vestido negro.
Ojos marrones.
Ojos de perra.
Ven coffee black y egg white.
Labios azules.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Te pensé un rato, aire.

Prefiero descalza. Sí. Descalza. Descalza de pies. Descalza de sombrero. De camisa, bigotes, cordones. De collares, bombacha, maquillaje. De sonrisas congeladas y pestañas postizas.
Andar sin sombra por mi jardín. Peinar mi árbol de manzanas. Acaecer en un vestido rojo. Disimularme en la enredadera.

A tus maderitas pintadas.

martes, 2 de septiembre de 2008

Desde que nací que sólo presencié nacimientos. En mi familia, desde que yo tuve vida todo fue más vida a mi alrededor. El último nacimiento de la familia fue hace 15 años y pocos días. Por lo que la que está más cerca de producir una nueva vida soy yo, o en todo caso mi primo hermano, mayor y menor al mismo tiempo, que está casado de amor hace tiempo ya. La familia se agrandó y persistió. A los abrazos y a las piñas, a las risas y puteadas, a las emigraciones e inmigraciones, pero persistió. Lo más parecido a la muerte que aconteció fue la separación de mis tíos. La muerte del amor. Más o menos 20 años y 3 hijos después, simplemente se extinguió su fuego. Sin peleas. Sin demandas ni juicios de tenencia. Mi tía salió por una puerta y nunca volvió a entrar. No verdaderamente al menos. Mi tio intentó reemplazar ese amor con una piedra llamada Bea, que no sé realmente si logró su cometido, pero que para el resto de los parientes significó y sigue siendo hasta el día de hoy la fuente por excelencia de chismes, críticas y dolores de cabeza. (Chismes y críticas de la abuela principalmente; dolores de cabeza para todo el resto que tiene que escucharla).
Desde que nací que sólo presencié nacimientos. Desde ese momento pasaron ya 20 años, 4 meses y 2 días. "Afortunada" es una palabra que me viene a la lengua. De haber mantenido tanto tiempo la tribu entera. Nunca lo había pensado hasta ayer, cuando este tema surgió charlando cibernéticamente con una amiga del alma y del espíritu. Afortunada. Puede ser. Pero la verdad es que bien desgraciada me siento. Y es que mi abuelo está en este momento en el hospital, en vías de ser el primero en acotar mi mundo. Mi mundo en permanente expansión, de repente lo siento frenar por un momento. Voy al hospital, a un cuarto de aire enviciado. Veo a mi mamá y mi tio al lado de una cama, descoloridos. Ellos. La cama bien blanca. Y sobre ella un cuerpo. Un cuerpo. Arrugado y con cables. No puedo pensar otra cosa. Un cuerpo. Se mueve, se queja, se arranca los cables. Pero no veo a mi abuelo ya. Me siento una hija de puta. Pero no lo veo. Se me aflojan las piernas. Por breves, iluminados segundos veo que me mira. Me sonríe. Me reconoce. Después se apaga de nuevo. Segundos de abuelo.
Me sonrío hoy cuando mi mamá me cuenta de cómo en un momento, a pesar de ni siquiera tener fuerzas para comer, agarró un diario y se puso a escrutarlo. Segundos de mi abuelo. Me legó el gusto por la lectura, aunque él leía cualquier cosa, lo que cayera en sus manos, ya fuera un García Marquez o la revista de descuentos del Jumbo. Leía. Tendré que acostumbrarme a hablar de él en pasado. Me odio. Sigue vivo en sus segundos de luz, y yo no sé si prefiero que acabe su agonía. Mi mamá se convirtió en la suya. Hasta le cambia los pañales. Parte de un ciclo a la que ruego no tener que llegar jamás. Ella se aferra. Ella se pelea con los médicos y las enfermeras. Yo ya lo lloro. Algo distinto me toca presenciar ahora.

viernes, 29 de agosto de 2008

Shout
Shout
Let it aloud
En realidad estaba cantando.
Si me conocieras, te arrepentirías de no querer conocerme.
Si nos hiciéramos amigos, te darías la cabeza con la pared por no poder darme un beso.
Si me vieras, te preguntarías cómo pudiste vivir tanto tiempo sólo mirándome.


Para mi autoestima,
con amor.

Yo.

domingo, 24 de agosto de 2008

El texto del día después

Necesito vivir sin reflejos por un rato. Tus ojos se volvieron los míos, sólo que peores. Porque tus ojos míos me miran peor. Porque tus ojos míos me juzgan peor. Porque tus ojos míos me reducen a una molécula sin cuerpo, a átomos que no vibran, a un ser completamente desarticulado, a un muñeco roto vuelto a unir con cinta scotch engañosa.
Eso soy ahora.
Eso me siento en este momento.
Eso es lo que me veo ser
lo que me siento ser
ahora.
Y no quiero necesitar que vengas a decirme que no es así.
No quiero necesitar tus ojos tuyos para transformar tu mirada en mi cabeza.
Sólo quiero dejar de reflejar
por un rato
aunque sea cortito
para encontrarme
lejos de tus ojos
lejos de los espejos.
Para serme
yo.
Yo sin nada.
Yo con todo.
Y ahí
cuando mis partes no estén pegadas
sino verdaderamente unidas
volver a mirar en tus ojos
y verte a vos.

sábado, 23 de agosto de 2008


I love my stupid cliché.
I wish everyone could be lovers in Paris.
At least for once.
Everyone should be lovers in Paris.
At least for once in their lives.
Everyone should have their Paris.
A dark hostel reception.
A gray boulevard.
A little piece of Champs Elysées.
A night by the Sena.
A passionate kiss.
Anywhere.
Everywhere.
Just for a little while.
A shooting star.
Lasts forever in the heart.
I love my stupid cliché.

jueves, 21 de agosto de 2008

De deseo somos

Una amiga me (d)escribió lindo.


Acá va uno más para tu colección.

Gracias.

lunes, 21 de julio de 2008

Despabiláte.
Sacudíte.
Gritá.
Hacé como que no me tenés y buscáme.
Corréme.
Perseguíme y atrapáme al vuelo.
Al vuelo de este ave de paso
en que a veces me metamorfoseo.
Secreta
inconciente
y maravillosamente.
Simulá que no te miro y dame vuelta la cara y encajáme un beso.
Llegáme sin estrellarme.
Estrelláme sin romperme.
Hacéme de luz y no de piedra.
Sé siempre mi casualidad.
Nunca mi costumbre.

jueves, 10 de julio de 2008

Pensamiento afuera, carajo.


La nave despoblada invade. Cae sobre la quinta verde del quinto gorro del séptimo infierno y se hace la celeste luminosa cuando en realidad es una real bitch sin diamantes ni lucies ni luces que la apaguen o iluminen como el camino a San Diego, a Luján, u otros caminos más interesantes, reales y menos conocidos. Y definitivamente menos transitados por muchos. Todos vienen, todos van, nadie mira. Sólo el escándalo. Sólo un suicidio, genocidio, parricidio o cualquier otro de esos masivos hace a la masa que quedó viviendo abrir su insulsa boca para decir “¡oooh!” haciendo “oooh” con la boca, con los ojos, y hasta con los agujeros de la nariz, pero volviendo a contraer y contraerse y retraerse cuando el masicidio tiene unos días de sucedido. Y vuelven a contrariarse con sus pequeños contras, sin tomar lo que no les da la televisión o el diario en rojo y mayúscula. Rojo y mayúscula. ¿Por qué sólo rojo y mayúscula? ¿Por qué no verde? ¿Será que verde es el color de la esperanza, la cual no tiene cabida para los catastrofistas que gobiernan nuestras cabezas? ¿Por qué mayúscula? ¿Es que una delicada y fluida cursiva, minúscula, sólo se dedica a invitaciones de casamiento y algún que otro poema?

domingo, 6 de julio de 2008

Identikit

Nombre completo: Julieta Bergunker.
¿Por qué? Digamos que mis padres tuvieron en su momento cierta atracción por cierta tragedia romántica, pero principalmente porque les gustaba el nombre.
Originales, ¿no?
Igual, tengo que decir que, extrañamente, el que tuvo la palabra final en lo que ahora es mi identidad (por lo menos frente al común de la sociedad) fue el obstetra. Sí señores. EL OBSTETRA.
Resulta ser que mis padres habían pensado mi nombre con tanta anticipación, que no tenían uno; tenían tres.
Mi papá quería Julieta Lila.
A mi mamá no le gustaba.
Mi mamá quería Julieta Jazmín.
Mi papá alegaba que mis amigos me iban a terminar llamando “Jota Jota”.
Después de mucha floreada discusión, vino el obstetra y le preguntó: “¿por qué no le ponen Julieta solo?”.
Y así salí. Julieta (solo) Bergunker.

Signo: Tauro. Por alguna razón, cuando se lo digo a la gente, me miran con respeto, o con cara de: “debés ser brava vos, ¿eh?”. No sé por qué mierda se les puede cruzar por la cabeza semejante estupidez.

Color favorito: no tengo ni color favorito ni color que me guste menos. Creo que cualquier color en la situación apropiada puede ser lo más maravilloso o lo más repugnante que vean mis ojos.

Sensación favorita: volar. Puede suceder cuando estoy bailando, cantando, leyendo, actuando o durmiendo. Simplemente mis pies no sienten estar apoyados en ninguna superficie sólida.
Peor sensación: la culpa. Esa sensación de que tengo todo el mundo encima, inclusive mi propio cuerpo, y que no puedo hacer nada más que sentarme a morderme el labio con impotencia.

Actividad favorita: moverme. Mover mi cuerpo (grácilmente o no), mover mi boca, mover mi cabeza, mis pensamientos. Revolverme hasta marearme de felicidad.
Peor actividad: descansar pensando que tengo que estudiar, y estudiar pensando que quiero descansar.

Autor favorito: Isabel Allende. Todavía no encontré otro autor cuyas historias se entrometan tanto en mi vida como las de ella. Aunque Cortazar se asoma.
Peor autor: por suerte, todavía no lo conocí.

Película favorita: Moulin Rouge. Me di cuenta cuando la estaba viendo por duodécima vez y todavía me interesaba lo que iba a pasar a continuación, y le seguía encontrando detalles que antes había pasado por alto. (Sin mencionar el hecho de que me sé todas las canciones de memoria, y que escucho el CD una, y otra, y otra vez).
Peor película: La secretaria. Nunca fue tan doloroso perder el tiempo.

Música: de todo un poco. Depende del momento, de mi humor y de la etapa de mi vida en la que me encuentre. Ahora sí: no me pongas cumbia villera porque te la tiro por la cabeza.

Expresión plástica: absolutamente todas.

Olor favorito: el de la casa de mis abuelos.
Peor olor: el de las personas que detesto.

Insulto favorito: estúpido. Pero no un “estúpido” así nomás. Ese “estúpido” dicho con mezcla de bronca y odio, con un fuerte acento en la “s” y una “t” que es como si te escupiera, y con una intención que parece que estuviera diciendo todo el resto de los insultos juntos.
Peor insulto: boludo. Creo que se usa tanto que dejó de ser un insulto. Es el hazmerreír de los insultos. Es tan pasivo y sin fuerza que hasta un “tonto” o un “bobo” le ganan en agresividad.

miércoles, 18 de junio de 2008

Relación señal/ruido

¿Cómo podés no sentirme?
¿No percibir mi ausencia?
Yo te siento tanto
en mi cabeza
en mi cuerpo
en mi sueño.
Sos mi ruido.
No me dejás ser límpidamente.
Sos mi ruido.
Te entrometés y modificás mi andar, mi hablar, mi ser.
Quiero aumentar mi relación señal/ruido.
Quiero hacerme autofoco selectivo
que dejes de ser tan nítido
que dejes de alterarme.
Quiero emitirme sin que te notes.
Quiero que en mis imágenes seas una mancha borrosa. Desenfocada. Sin nombre. Ni dirección. Ni msn.
Necesito expatriarte porque tu ausencia me hace mal.
Y que mis labios emerjan de tu pelo.
Y que mi nariz se aleje de tu cuello.
Y que mis pestañas dejen de acariciar tus mejillas.
Andáte con tu ruido y dejáme mi señal.
Que tengo miedo de no poder volver a transmitir en limpio.
Disimuláte en mis recuerdos.
Como yo lo hice en los tuyos.
Enseñáme a no sentir. A dejar de rayarme en el tocadiscos.
Transmitíme ese poder
clasificar
separar
encasillar
encajonar
abstraer.
Porque mi cabeza es un circo
y mi corazón lo llevo a rastras.
Quiero dejar de acumular tierra en mi pecho.
Que venga un aire fresco.
Que me voltee con alguna casualidad.

martes, 10 de junio de 2008

¿Qué estoy buscando? ¿La no ciudad? Buenos Aires simplemente es. No voy a empezar a enumerar lo que ya sé y ustedes también. Basta con decir que Romeo con otro nombre seguiría siendo el mortal amor de Julieta. Que un perro sin orejas va a seguir mordiendo. Que árboles en medio de Buenos Aires nunca van a ser bosque.

lunes, 26 de mayo de 2008

I wish



that I would be loved
even when I wasn't myself

miércoles, 21 de mayo de 2008

Una Briseida

Lo no visto. Lo no dicho. Llora su propio dolor. Llora su propio dolor. Llora su propio dolor.
Se desmoronó su techo. El agujero en el que cayó le queda chico. Desaparece para amoldarse. La amasan y moldean a golpes.

Su razón de ser
es no ser.
Reja de piel
la mantiene en la tierra de gusanos y sol.
Ella tiene un sol. Ella renace del fuego y tiene un sol. Aunque se vista de cenizas.

Cuando viene llegando, su sol se acurruca en su pecho. Sus manos le limpian la sangre. Ajena. Sus labios se arrastran. Se deja mover. Se deja caer. Su cuerpo como un cuerpo. Ella se deja. Pero tiene un sol.


Pero tiene un sol.

jueves, 15 de mayo de 2008

y el tiempo
y la fatalidad
y la eternidad
conspicuo, superfluo, sublime.
todo tanto y todo nada.

nada

en un mar (?)

en algún agua.

dejo espacios. pongo dados. saco mayúsculas.

agrego una grandi

locu

encia.

tan impropia salvo a veces, pero no ahora.

ahora no.

ahora que necesito volver busco en los dados. y escribo sin borrador. y la compu se me puede colgar y que esto nunca exista. en ese caso, usaré la carta del destino y del wasn't ment to be.

y si sí, so be it.

no por eso necesariamente mejor.

sólo necesitaba volver un poco.
no.
más de un poco.
el un poco es sólo para sacarme la responsabilidad total de mis afirmaciones.
te quiero un poco.
te extrañé un poco.
quiero que me ames con locura y que nos seamos todo todo y que me captes con los ojos. sólo un poco.

and si sí, so be it. and si no, then it wasn't ment to be. and if this doesn't make no sense, me importa menos que un poco.

sólo necesitaba volver.

miércoles, 7 de mayo de 2008

"Ya aprendimos con los años que la justicia sólo se hace en el corazón. No sé si vas a caer, sólo sé que el amor es tenaz y vuelve a salir como el sol.
Se desmoronó tu techo, te disparaste con la vida al pecho. El agujero en el que caíste tiene exactamente tu medida.
Quizás en tus garras estuvo Haroldo Conti, pero cómo ibas a saberlo, si además de todo sos un pobre pedazo de brutalidad desinformada.
A los capellanes que te dieron falsas prédicas dios ya los puso aparte. No llegan a ser ni siquiera hijos del infierno.
En este mundo apredimos a ajusticiar a un ilegal sin documentos y a perdonar al que tiene licencia para matar. Los hechos superan las palabras y pisotean la inocencia de nuestros hijos. Pero bajo la piedra pesada de los tiempos, la flor va a darnos su escándalo.
Ya aprendimos con los años que la justicia sólo se hace en el corazón. No sé si vas a caer, sólo sé que el amor es tenaz y vuelve a salir como el sol. "

El arrepentido, León Gieco

domingo, 27 de abril de 2008

just Geor

Ella
tan bella.
Con su hermoso aura
bañando
regando
luz
sobre todo lo que tiene la fortuna de ser tocado por sus ojos.
Por su sonrisa.
Sonrisa abierta
fresca
sincera.
Sin embargo
a veces
el infortunio se apodera de ella y su mundo.
Sus ojos no riegan.
Su sonrisa es mueca.
Un feo
maldito gris
se apodera.
Se afila.
Se le mete contra su propia voluntad.
Y le llega al corazón.
Y su mundo parece derrumbarse.
Pero no.
Ella
bella
no lo permite.
Y su fortaleza es más.
Y aunque el gris parezca filoso
ella respira.
Y sigue respirando.

jueves, 17 de abril de 2008

.fuiste.esto.fuiste.


Anochecer de un soñador

Él
tan joven y tan antiguo
nació en este tiempo
bailó en otro.
Dice haber vivido
en ese mundo
de bandoneones y tacos altos
de faroles y dos por cuatros
de elegancia y de verdades.
Dice haber bailado
al compás de los adoquines
y de esas calles de Buenos Aires que tienen ese qué sé yo.
De milonga en milonga
con locas y no tanto
con malevos y arrabaleras.
Indiferente del tiempo.
No quiere décadas de hielo.
No quiere cuerpo de arcilla.

Yo lo conocí
en una estación de mi camino
en algún momento
entre ayer y pasado mañana.
Él me rozó con su sombrero
y me dejó estática
en dirección hacia su nada.
Afortunadamente
me recuperé.
No sé si mucho o poco después
o antes.
Y proseguí
en dirección hacia mi todo.

lunes, 14 de abril de 2008

Mi lunática




















La realidad te superó
mi hermosa amiga.
Y te dejó en banda
da.
Tu fuxiedad estalló en un big
que de bang y de ben
te dejó una estela
sabor montaña con dulce de leche.
"Si no terminara no sería especial"
me dijo ayer una película.
Puede
que tenga razón.

Después de todo

Y sin embargo

(cómo duele)

domingo, 13 de abril de 2008

Tengo que desnaturalizarme
para que se me vaya esta anestesia.
Tengo que extirparme de a poco
esta falta de reacción
para volver a sentir
la causa.
Tengo que dejar las panorámicas
y volver al foco selectivo.
Tengo que tirar los “tengo que” por la ventana
y empezar a querer.


Dejar el zapping por un rato
y tirarme a la pileta.

domingo, 6 de abril de 2008

Es el dueño del tiempo. Una vez se ahogó. Una vez burló las agujas y la ausencia de aire. Cuatro minutos esperó. Nunca había aguantado la respiración más de treinta segundos, pero ese día decidió que el tiempo cronometrado no existía, dobló las agujas y resistió. Y sobrevivió. Ahora es el dueño del tiempo, el director de orquesta de los segunderos desterrados de sus números.

lunes, 31 de marzo de 2008

Fake plastic stars
FUXIAS
True metal guns
NEGRAS
Un dos en uno.
Un combo inverosímil
pero real.
Rimel
con rango oficial.
Libro en regazo de rifle.
¿Qué clase de mundo es este?
Grices
matices
desconocidos.
Empiezo a combinar colores.

viernes, 14 de marzo de 2008

Paseo por Joan Miró y su fundación

Cuando una mujer se mira al espejo, nada más existe. Se interna en la cueva de sus prejuicios
Mujer ante el espejo, Delvaux


Cuando dormimos
la careta se nos cae
indefectiblemente.
Nuestra cara vuelve
a ser
nuestra cara
sin importar cuántas sonrisas o indiferencias o deferencias hayamos mentido.
Un retrato sobre sábanas blancas.
El único que puede aproximarse un poco a la verdad.


Retrato sobre una colcha blanca, Lucian Freud

Cumbre de piedra.
Ruina de pie entre ruinas en ruinas.
Luchás por seguir girasol al sol
por seguir reflejando en tu piedra caliza
por seguir siendo relieve
sobre el azul Mediterráneo
por seguir centro del juego de gaviotas
timón de la calesita de alas
filtro del murmullo de la bruma.
Aceite que reniega su fusión.
Resto de historia
quedaste aislado.
Ni de trampolín pueden usarte ahora.
Sólo un deleite para los ojos, ahora.
Sólo una torre de Pisa recta, ahora.
Sólo un interrogante en tus ventanas
en tus piedras sin consecución
ahora.

domingo, 17 de febrero de 2008


Un muro.
Tantos lamentos.
Muro con grietas de historia
dolor
sangre
amor.
Grietas generosas
que dejan colar
más amor
más dolor
y un baño de esperanza
en forma de tinta y papel.
Tinta
que forma diferentes figuras
que habla todos los idiomas
todos desde el corazón.

Muro besado
lleno de alientos
y desalientos.
Piedras de firmeza
y rajaduras
como la humanidad que se apoya en vos.
Un coro de murmullos
se levanta a diario
y acaricia tus caras.
Murmullos, papeles, alientos
escalofrío.
Pureza de tus pieles
por la de tu gente
en su esencia.



Todo blanco
tanto gris
un poco de verde.

De vos
Neguev
me llevo las estrellas.
De vos
montaña de piedrarenas
me llevo un susurro de noche
entre mi pelo sabor a sal.
Queda bajo mi piel
tu dinámico y eterno relieve
de jorobas de cabello (y camello).
Desierto de Judea
tus oasis
me guardo en cajita
sus aromas
colores tejidos
aroma de fuegovela.
Ojos cerrados con gusto a miel.
Shawarma circular de risas.
Silencio oscuro de iluminadas confesiones.

lunes, 4 de febrero de 2008

Siempredeviaje, empezando por el final.


Primera lágrima por vos
al aterrizar.
Segunda lágrima por vos
al despegar.
Extraño ser
Israel
para mí.
Porque te quiero te aporreo.
Te quiero de lejos.
Vivirte
es otra cosa.
Vivirte
es otro idioma.
Otro saludo.
Otros olores.
Otros bailes.
Otros sabores.
Otros peligros.
Otra realidad.
Vivirte
es una tarea
para la que a mí
me falta el coraje
y me sobra
amor
por mi Argentina
por mi Buenos Aires
querido
por mi familia
por mis amigos
por la locura estrafalaria
que no logra esconderse
en tantas casascentrosantiguasculturales
en los ojos de mis maestros y compañeros universitarios
en las caras de mis duendes teatrales
en los cuadernos, libretitas y servilletas de tantos literatos.
Amor
por todo
esto
que es mi agua
que me nutre
y me permite ser agua.
Agua que fluye
agua que se filtra
e infiltra.
Agua que danza
se eleva
amolda
erosiona.
Buenos Aires que me sos agua
y me soy
agua.
Israel
te quiero de lejos
pero tu desierto es muy seco para mi fluir
al menos por ahora.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Bacanal

Desde mi porción de sillón.....

Las líneas se mezclan con los trazos.
Los trazos con los trozos
de carne
de tela
de crayón
de batería y bajo.
Y por debajo
abstracción
ab
so
luta.
Luto
para las camisas de fuerza
luto
para las manos atadas
para la inmovilidad del espíritu.
Carnaval de las mezclas y los ritmos.
De las sonrisas y los pinceles.
De las ganas, de los colores, de la luz tenue y los aplausos sin partitura.
Y esa voz
esa especie de alarido gutural y armónico
se filtra con sus cuerdas entre los omóplatos semi iluminados
tocados
un poco
y otro poco
por una claridad de sahumerios
produciendo los matices de un infinito
desértico.
Y pliegues.
Pliegues de espalda
arena
tela que cae
arena
tronco de cactus
arena.
Contra
despliegue
de tinta, crayón y temblor
con rastas y un poquito de pasión.



¿Qué sentirás?
Enmarcada y desmarcada
sobre
saliendo
de tu límite
siempre un poco.
Y vuelta a enmarcar.
Ni un milímetro fuera de.
Millones de lasers negros pupilas
te enmarcan como esa madera
nunca podría.
Sucumbís
a sus pinceles
que te recorren como ningún hombre.
Cada marca de tu piel
adorada por la carbonilla
que es esclava de tus formas.



Dibujás caras.
Caras y caras y caras contra caras y caras sobre caras.
Una multitud de cejas, orejas, ojeras y ojos.
Mirando
la nada.
Observándote dibujarlos
darles forma
darles ¿vida?
Darles tinta.
Hacerlos visibles para la hoja y para los otros ojos.



Un collar rojo en tu muñeca
que cuelga como si nada
como quien no quiere la cosa
o como quien la quiere
pero es muy orgulloso para admitirlo.



Y la luz pasa
literalmente
a través de una cortina de no pastillas.

sábado, 8 de diciembre de 2007

mi adorado amado
en su caballo rayado
luchando con un espejo deformante

no es loco
sólo quebrado

miércoles, 5 de diciembre de 2007





Palabras vacías.
Palabras sin forma.
Palabras de nada
escribo.
Ni siquiera me da ganas de pensar en lo que puedo decir, cuando está todo dicho.
Dicho por la tela en la tela
la piel en la piel.
Por los sonidos en ecos.
El silencio blanco.
Gris.
Rojo.
La luz
pega
revela
más
de lo prudente
para el alma.
Ojos de más colores
que los que pueden ver.
El in between tan grande.
Tan ínfimo.
Tan mortal.
In between entre cuerpo y cuerpo que respiran y se dan vuelta al unísono.
In between entre cabeza y borcego, tremendamente a punto de.
In between entre lado y lado, y para cruzar nada más incómodo y obvio que torceduras, curvas, agujeros, amoldamientos.
In between entre manito arrugada y labios azules.
Entre manos que sostienen cabezas pero contienen mucho más que eso.
In between cuerpo y agua.
In between cuerpo y fuego.
In between cemento y arena
pasto y vida
trompa y brazo.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Juego



Rosas mordidas.
Tallos, hojas
frescos, dulces
entrelazados.
Atrayéndose.
Repeliéndose.
Demasiada carga para abolir la ambigüedad.
Demasiado aliento para que quepa el afuera.
Demasiada pupila para que importe nada más.
Las puntas buscan
sinuosas y atrevidas.
Los tacos en el aire
reafirmándose en la cerámica
sólo lo suficiente.
Las piernas
furioso torbellino de poesía.
Las caderas
precipicio de sensaciones
retenidas sólo por la cadencia.
Los pechos
peligroso sostén
atrevimiento ante la suficiencia de la mirada.
Y las manos.
Manosmanosmanos.
Manos en alto
manos que rozan
manos que juegan
sedozas
con rosas.
Y ellas felices
mordidas
se entregan
al dos
y su perfecta
irracional simetría
encontrándose
en el medio del tablero
al que le patearon las fichas
aún antes de empezar.

viernes, 9 de noviembre de 2007


Matilda ¡congela!
Congela, congélanos a todos en este presente interno y eterno que me atrapó al entrar al teatro.
Congela, para que nunca se me despeguen Tika y sus espejos, ni vos con tus colores. Para que siempre haya un Pedro Troncozo, y ni mencionar una Malicia que nos haga tropezar en cada piedra. Para tener a Amanda todo el tiempo a mi lado y esconderme tras Uriel y sus alas que añoran la Tierra cuando Ansia o Clotilde aparezcan a la vuelta de la esquina.
Congela como a Ficticia en el altar, pero que nuestra eternidad no tome olor ni se convierta en un vestido raído.
Para que Roxana nunca le robe su inocencia a María ni su retrato a Juana.
Para que Roberta se rasque su cachucha sin pruritos y Trinidad devuelva la bofetada.
Para que Guillermo siga siempre tan enamorado del amor como Encarnación fóbica de las agujas y Lucy de la sangre en sus uñas.
Para que Menina agonice eternamente por el hombre que clama a Mesalina como suya, y que Blanca Ingracia siga amando la pasta flora, y que Clarisa perdida en sus tangos nunca se encuentre.

domingo, 28 de octubre de 2007

Instrucciones para sacar una espina

La espina es, por definición, molesta. Algo extraño a nuestro cuerpo que nos rasga la piel, nos lastima. A veces es grande, a veces chica. A veces tan diminuta que ni siquiera podemos verla. Pero de seguro que podemos sentirla. Y el no verla es peor, porque podemos en nuestra confusión pensar que nos estamos pinchando a nosotros mismos. Y qué tonto, qué absurdo pensar en pincharse a uno mismo, ¿no?
Pues bien, lo primero que hay que hacer para conseguir la remoción de la presunta espina, es identificar la fuente de dolor. Identificarla como algo puntiagudo y totalmente independiente de nosotros, que puede ser removido en su totalidad, aún si es necesario emplear uñas y dientes en el proceso.
La identificación puede parecer la parte más sencilla, y lo es en el caso de, por ejemplo, una espina en la palma de la mano. Pero desgraciadamente las bastardas afiladas no siempre elijen la palma de nuestra mano para penetrar, sino que pueden ser lugares mucho más incómodos y dolorosos, como un cachete de la cola, la planta del pie, el ombligo o el corazón. Y con sinceridad, ¿quién es capaz de admitir de buenas a primeras que tiene una espina clavada en el corazón? Hay quienes tardan meses, años, incluso décadas en admitirlo. Y ¿por qué? Porque si admitieran tener esa intrusa establecida en un lugar tan profundo, tan vulnerable, tan de cada uno (y a la vez siempre de alguien más); implicaría admitir también que esa parte estuvo expuesta de una manera tan violenta, brutal e impulsiva como sólo el amor permite. Y esto ya es demasiado admitir, sobre todo cuando lo que queda es una maldita puntiaguda.
Una vez identificado el punto del desgarro, hay que centrar todas nuestras energías en sacar, extraer, expulsar, expatriar y desterrar a ese elemento extraño que de tanto estar metido pudo haberse puesto como en casa en nuestro dolor. Esta parte del proceso puede demandar recurrir a todo tipo de recursos, desde una pinza, dientes y uñas propias y ajenas; hasta altas dosis de chocolate y baile. Y a veces, hasta puede ser necesario recurrir a medidas extremas: en vez de cerrarnos, protegernos e invernar hasta habernos curado; exponernos aún más a la otredad (como una pierna quebrada que decide curarse corriendo), y esperar que alguien venga, se asome y gentil o bestialmente nos saque la espina, plantándonos un beso y nueva flor en su lugar.




miércoles, 24 de octubre de 2007

Descargo adolescente

¿Quién se cree para decirme que no voy a cambiar el mundo? ¿Con qué derecho? Hay tantas formas de cambiar el mundo, y eso que todavía no elegí una carrera… ¿y aún así, sin más, me estampa en el pecho que no puedo cambiar el mundo? ¿Acaso conoce el mundo? ¿Acaso sabe qué mundo? Hay un mundo en un aula. Una persona es un mundo. ¿Y aún así, me dice que no puedo cambiar el mundo? No necesito solucionar el problema del hambre en toda África, o encerrar a todos los delincuentes para cambiar el mundo. Me basta con una birome y un pedazo de papel.
Quizás sólo quiero cambiar el mundo de un amigo.
Quizás sólo quiero cambiar el mundo de mi persona
pero mundo al fin.
Pero él no lo sabe. Él habla de “El Mundo”. Él habla.
Las palabras no se pueden tirar así nomás.
¿Por qué ese descreimiento de los años?
Crece la desesperanza con el crecimiento mismo. Si los creciditos no pudieron hacer mucho, ¿significa que los chiquititos tampoco? ¿Dónde quedó la esperanza en las generaciones futuras?
El querer más todavía no se me acabó.
Con suerte y un poco de agua fresca, no se me va a acabar en mucho tiempo.
Quizás el tiempo suficiente para cambiar el mundo.

.así me quiero.




¡Basta de canasta!

Siempre sacando el jugo.
Siempre estrujando.
Siempre experimentando hasta lo último
tratando de no desperdiciar nada.
¿Por qué?
¿Por qué así?
¿Por qué siempre ese miedo?
¿Esa necesidad?
Miedo a que nos saquen
lo que nosotros creemos
es lo poco que tenemos.
¿Y si hay más?
¿Y si eso es sólo la capa inicial?
Y nosotros corriendo
no nos vayan a robar nuestras capas
nuestra cobertura.
Sacándole el provecho hasta el fondo
a lo nuestro
y a lo que podemos conseguir de los demás.
Si no tuviera nada
tendría todo lo demás.
Si no tuviera nada
sería feliz.
*
*
*
*
¿Si no tuviera nada sería feliz? ¿A quién quiero engañar? Es solo un fin de poema apropiado, que suena bien, que deja pensando. “Pero qué bien, ella no necesita nada para ser feliz, pero qué espiritual”. No, no, no. “Pero qué hipocresía” sería no lo apropiado, sino lo que tengo que decir ahora. ¿Si no tuviera nada sería feliz? Claro, si no tuviera nada, aparte de mi cama, mi techo, mi comida y mi tele, por nombrar lo más básico.
Y después sí. Después puedo espiritualizar tranquila, porque sé que lo que tengo no se va a ir de ahí. Porque aunque no quiera, una parte de mi ya es burguesa y no creo que deje de serlo.Lo único que puedo decir, sin quedarme con los remordimientos que decir algo que no siento me provocan, es que más allá de mis comodidades básicas, trato de no querer siempre ese más y más que el consumismo capitalista provoca. Trato de mantenerme en lo relativamente simple, y en contacto con el verdadero mundo. Y en este aspecto, sí puedo decir, con la conciencia tranquila, que puedo de vez en cuando desacelerar el paso en la carrera diaria y quedarme escuchando el ruido de mis zapatos contra el suelo, o mirar el cielo hasta que me duela la nuca y sentir vértigo. Y si no es felicidad, por lo menos puedo decir que sonrío.

sábado, 13 de octubre de 2007

No tengo ganas de ponerme al día.
De saber
en qué andás
a dónde fuiste
o viniste
o con quién
qué empezaste
qué dejaste
qué cambiaste.
Hoy no.
Hoy tengo ganas
de simplemente estar.
Sólo estar.
Estar y que vos estés conmigo.
Con silencios o con risas
de la mano o hombro a hombro
mirándonos o mirando
o sin mirar.
Solamente
corazón a corazón.

sábado, 29 de septiembre de 2007




amelie
desde vos.
Saludo secreto.
Como eses.
Esssesss
susurradas
eses en las sienes
eses al costado de la boca
eses apenas en el cuello
susurradas en suspiros
sin callos
sin velos
simplemente
solamente.
Intimidad
saludo de dos.
Animarse a no sucumbir en lo recurrente.
Animarse a saborear
respirar
sentir
en esa estrecha distancia
boca y
labios y
Sin ser dos en uno
ser uno en dos.

jueves, 27 de septiembre de 2007

De estreno

Para quien tenga la fortuna y la desgracia de pasar, para nada, para todos, para nadie y, sobre todo, para mí.
Abro esta caja de Pandora cibernética con retazos de otros que son grandes de las palabras, y que me los presentó en los comienzos de mi escritura mi querida y estrafalaria maestra, Karina Maccio.

"Las cosas no son todas tan palpables y decibles como nos querrían hacer creer casi siempre; la mayor parte de los hechos son indecibles, se cumplen en un ámbito que nunca ha hollado una palabra.
(...)
Una obra de arte es buena cuando brota de la necesidad."

"Cartas a un joven poeta", Rainer María Rilke

"El poeta goza del incomparable privilegio de poder ser, a su antojo, él mismo y otro. Al modo de esas almas errantes en búsqueda de un cuerpo, el poeta entra, cuando bien le parece, en la persona de cada cual."

"El esplín de París", Charles Baudelaire

"Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años puebla un espacio con imágenes de provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen de su cara."

"El hacedor", Jorge Luis Borges